¿DEBE INTENSIFICARSE LA AGRICULTURA EN NOMBRE DEL MEDIO AMBIENTE? (Colección Fósforo #1)
¿Debemos producir de manera industrial e intensivamente para preservar el clima, la biodiversidad y alimentar al mundo? ¿Deberíamos describir la agricultura orgánica como la peor forma de agricultura para el medio ambiente, y luchar contra la agroecología sobre la base de que sus rendimientos perpetúan el hambre en el mundo? Estos argumentos políticos parecen bastante contrarios a la intuición, pero están muy extendidos en los altos círculos de decisiones y son impulsados por intereses agroindustriales poderosos y bien organizados. Estos argumentos se basan, a menudo de forma muy caricaturesca, en un corpus científico no desdeñable, que valora la economía de la tierra, el “land sparing”. Esto favorece la concentración de la producción muy intensiva en un mínimo de espacio, para preservar el resto. Sumergidos en una teoría científica y sus múltiples límites, sumergidos en el corazón de una polémica que configura el debate político y refuerza la inercia de un sistema alimentario sin aliento.